LA ECOGRAFÍA DENTRO DEL PROTOCOLO DE URGENCIAS

La atención de urgencias dentro de un centro veterinario es extremadamente diversa, debido en gran parte a la presencia de cuadros clínicos muy variados y diferenciales muy amplios que pueden comprometer la vida de la mascota en cuestión de horas o inclusive minutos.

Es por ello importantísimo contar con técnicas que permitan al veterinario clínico evaluar de manera rápida y correcta el estado del paciente en un tiempo breve.

Dentro de este abanico de pruebas, disponibles en el momento de la admisión, la ecografía es una de las que cobra una mayor relevancia.

Dicha técnica presenta claras ventajas frente al resto:

• No resulta invasiva
• La exploración se completa en menos de cinco minutos por región anatómica.
• Se puede realizar en una postura no estresante para el paciente.
• El ecógrafo es un instrumento móvil pudiendo adaptarse a cualquier paciente.
• Es altamente sensible y específica para detectar lesiones que puedan comprometer la vida del animal.
• Es aplicable a cavidad tanto abdominal como torácica.
• Permite evaluación seriada, monitorizando la evolución del paciente

Las exploraciones ecográficas AFAST (Abdominal) y TFAST (Torácica), se iniciaron en la década de los 90 en medicina humana para su uso en paciente con traumatismos. A lo largo de los años han ido avanzado y perfeccionándose resultando útiles tanto en pacientes traumatizados como en los que no.

La técnica se basa en la detección de líquido libre en el interior de las cavidades y su obtención para su posterior categorización, a partir de la exploración de zonas muy concretas donde el líquido tiende a aparecer de manera temprana y la técnica resulta más sensible.

¿Qué puede su veterinario detectar con esta técnica?